jueves, junio 03, 2010

Niño escéptico

El niño tenía un amigo imaginario, quien un día le contó que tenía un amigo imaginario. El infante no podía verlo, así que dejó de hablarle a su amigo, por mentiroso.

martes, diciembre 29, 2009

viernes, noviembre 06, 2009

Instructivo para recibir a la suegra

En cuanto se entere de la inminente visita de la estricta y diabólica inspectora de cuidados al marido, es de vital importancia dejar desdoblado, en medio de la sala, el burro de planchar. Estire encima una prenda de él, para que se vea que está al pendiente de su apariencia. Saque la escoba, póngale un poco de basura al recogedor, y déjelos en un pasillo para que parezca que ha estado barriendo. Ponga el resto de la basura, sobre todo si ya huele mal, lejos de su casa, ya sea en un área comunal, o en un lote baldío a la que otra bolsita más de desechos no le haga mella.

¿Tiene lavadora? Cuando su suegra llegue, cúbrala con la caja donde venía de nueva y, si pregunta al respecto, dígale que usted nunca la usa porque prefiere lavar a mano, la lavadora es de fodongas.

Es importante que la cocina esté limpia, pero también deje a la vista uno que otro instrumento para la elaboración de complicados y tradicionales guisos. Saque la leña y un soplador de palma. Esconda la licuadora y olla express y exponga el molcajete, metate y la olla de barro para los frijoles. Si su suegra es amante de la herbolaria y los remedios medicinales, será de utilidad que tenga algunas plantas sembradas en maceteros estratégicamente colocados. Pueden ser ruda, sábila, manzanilla, tila, ajenjo, albahaca o al menos unos chilitos.

Al escuchar el sonido del timbre, vaya corriendo hacia la puerta ya con maquillaje, peinada, y usando ropa con el estilo recatado de aquellos lejanos años en que la madre de su esposo se sentía plena. Para amenizar la conversación, inicie con el clima y pregúntele alguna receta. Evite hablar de temas delicados como las suegras metiches o los esposos codos. Cuando se acaben los temas superficiales y su suegra comience a hacer inspecciones a su alrededor, ofrézcale café, galletas o cualquier otra cosa que le mantenga la boca retacada y, por ende, silenciosa.

Al despedirse asegure que su cónyuge y usted la visitarán el fin de semana. El día del compromiso llame para cancelar argumentando que se ha levantado muy tarde, como siempre le pasa cuando su pioresnada se pone juguetón y se queda a retozar en cama. Su suegra no querrá imaginárselos en esas actividades lúdicas, así que rápidamente terminará la conversación y usted, muy oronda, disfrutará con seguridad de largos periodos sin auditorías mordaces.

jueves, agosto 20, 2009

Pasión

por un adolescente desnudo,

por las salas de viaje,

por los boletos de cine,

por los silencios,

por las sombras,

por los pasos en la arena,

por las niñas junto al agua,

por los pechos,

por las grietas, los precipicios,

por la garganta de un epiléptico,

por las gitanas,

por la forma de las flores,

por los baños públicos,

por la prima Ana,

por las barajas marcadas,

por los vidrios empañados,

por la oscuridad del ombligo.

domingo, agosto 02, 2009

APLASTAR AL SANTO

Aquel hombre maduro, a punto de iniciar su confesión, fue cuando niño educado para ser sacerdote. Vivió en un monasterio muchos años, atendiendo al cuerpo solo cuando enfermaba y dedicándose de lleno al espíritu. Hasta que conoció a la madre Teresa que fue a confesarse con él una tarde nublada en que la iglesia estaba desierta. El hombre y Teresa terminaron la noche bebiéndose todo el vino de consagrar y al día siguiente la culpa no lo dejaba en paz.

Al principio, le dijo a su confesor, cuando el vino aún no hacía efecto y yo conversaba con la hermana acerca de lo incómodo de usar hábito, noté que ella se acercaba más y más. Me tomó por sorpresa con un beso nervioso, pero me resistí apretando los labios fuertemente.

Quizá se sintió un poco ofendida ante mi negativa, pero seguimos platicando, esta vez de una rasgadura en mi sotana. Ella comenzó a revisarla, primero por fuera, pero luego sentí sus manos posadas sobre mis piernas suavemente. Quise después devolverle el favor, viendo que se le dificultaba desvestirse para revisar su hábito también.

Se fue descubriendo poco a poco la espalda, tenía marcas de penitencias, desesperación. Besé una herida fresca. Teresa sintió escalofríos y se volvió hacia mí. El resto del cuerpo era liso y suave, sus ojos brillantes, la figura erguida frente a mí era imponente como la de una santa.

Estábamos casi pegados, pero ya no me resistí. Rocé apenas su piel, los dedos desbordando una delicadeza que desconocía en mí, tan acostumbrado a trabajar en los quehaceres más rigurosos de la iglesia. La mirada de Teresa me ponía nervioso y torpe hasta que una fuerza inexplicable y violenta brotó de mi interior para recostar a Teresa en la primera escalinata hacia el altar. Ella no puso resistencia ante mi iniciativa y la recompensó tomando mi mano, llevándola a través de sus curvas agrestes. Fue entonces cuando derramé por accidente el vino frío, que entre los pechos de Teresa, formó la imagen de San Juan. Se veía su cara bien delineada: la expresión beata, el vestir sencillo y sandalias pobres.

Para entonces había tomado muchas copas pero haciendo acopio de fuerza toqué el ropaje del santo sobre los senos de Teresa para cerciorarme de que era real. ¡Y lo era! Recorrí sus contornos húmedos y su forma no se distorsionaba.

Es todo lo que recuerdo. Para cuando nos encontraron por la mañana nadie pudo ver al santo porque me quedé dormido sobre él, así que vengo a confesar el grave pecado de aplastar a San Juan.

El obispo confesor no entendió muy bien esto último pero impuso al sacerdote rezar tres aves marías y se dirigió al convento de Teresa con mucho entusiasmo.

sábado, julio 25, 2009

El cubito de hielo

El cubito de hielo quería salir. Le gustaba el aire libre y la naturaleza. Veía a los cubitos de plástico jugar en el jardín alegremente y deseaba estar con ellos… pero no podía, ¿con qué pies? El fatídico día lo metieron a un vaso de refresco y lo sacaron de la casa. Se pegaba al vidrio entusiasmado, viendo a los cubitos que volaban de aquí para allá, para adentro y para afuera de una cubeta roja. La emoción acabó al sentir que empezaba a derretirse. Quiso volver a casa, pero le costaba trabajo nadar en ese universo oscuro con estrellas redondas saliendo del fondo. Tal como se lo dijo su profesor de yoga, acabó haciéndose uno con el todo.

Brujería

La mujer rubia y despampanante sube a la cama y comienza a saltar en ella, haciendo que sus frondosidades se balanceen cual palmera en día ventoso. Se le une una trigueña, casi desnuda, que comienza la acostumbrada pelea de almohadas. Un gato las mira con melancolía desde el alféizar de la ventana. En otros tiempos, antes de que esas brujas lo transformaran como castigo por espiar, enloquecía viéndolas en paños menores. Ahora es gay.

Tenis y el 95

Estaba reportando un 658 (hora de ir por tacos) en la radio cuando un 42 (individuo de aspecto sospechoso) tocó en el parabrisas de la patrulla.
Abrí la ventanilla y, con voz notablemente alterada, me dijo que su pareja sentimental acababa de ser víctima de un 95 (robo con violencia). Señaló a la 969 (vieja buenota), que estaba unos pasos detrás de él, en evidente situación perturbada.
Al pedir más detalles sobre el acto delictuoso, la 969 declaró haber sido amenazada con un arma punzocortante y despojada de sus tenis mientras se encontraba en una situación 69 (faltas a la moral) con su novio.
Me limité a remitirlos a la instancia correspondiente y abandoné el lugar de los hechos con el pretexto de ir a buscar al 42, pero en realidad procedí con la operación 658 que había sido interrumpida.

martes, junio 16, 2009

Jitomate del destino

Mientras guardo en una bolsa algunos jitomates saladet siento a alguien muy cerca de mí. Es la misma mujer con quien me topé comprando leche, y más tarde en la sección de discos con el último disco de Huracanes del Norte en oferta que yo quería, y ahora está escogiendo los mejores jitomates para sí.

Este grandote me gusta, pero ella ya lo vio. Lo tomamos al mismo tiempo y de pronto me doy cuenta de que esta mujer es muy guapa, y está tan cerca de mí que fácilmente percibo su aroma de agua de colonia. Esto me recuerda a mis padres.

Cuando era niño nos asustaban a mis hermanos y a mí diciéndonos que de no haber mi padre entrado a ese restaurante a tomar un trago, jamás hubiese derramado el café de mamá sobre su vestido, ella jamás se hubiera quemado las piernas a tal grado que la llevaran al médico, y nunca hubiera recibido allí la visita y disculpas de papá que al final la conquistaron. Nos aterraba pensar en nunca haber nacido. De haber sido así este jitomate sería solo de la mujer frente a mí, sin lucha alguna.

Le digo -lo siento señorita pero yo lo agarré primero- parece que esto le molesta y se retira...

Ah... pobres niños no natos que pudieron surgir de esto.

miércoles, junio 10, 2009

¿Se siente solo?

No espere más. La terrible soledad en las ciudades ha provocado depresión y suicidios masivos, afortunadamente, un grupo de científicos de la universidad de Massachussets han desarrollado un nuevo sistema anti-soledad que por ser lo último en tecnología ha vuelto obsoletos los ya existentes en el mercado.

¿Qué es? Un invento sumamente novedoso que próximamente estará a la venta: SOLITUDE KILLER. Y es muy sencillo de usar: sólo debe encender el equipo, adoptar una posición cómoda y cerrar los ojos. Inmediatamente sentirá una cálida presencia acompañándole. ¡Así de sencillo! Los resultados pueden variar de persona a persona, pero lo importante es que tan pronto como encienda el SOLITUDE KILLER, su soledad sufrirá náusea, mareo, convulsiones lentas y sus patitas se colapsarán de repente, haciéndola caer de bruces. Morirá después de algunos minutos. Deshacerse de la soledad será tan fácil como tirarla al retrete. (La soledad es biodegradable y se disuelve en agua fácilmente).

Nota: Se advierte que el efecto del SOLITUDE KILLER no es permanente. Una vez apagado el aparato, una soledad idéntica a la anterior se instalará en su casa en un plazo no mayor a cinco días. El SOLITUDE KILLER incluye baterías y seis meses de garantía. No se use en exteriores.

Tus sueños

Ya no sueñes con palabras, amor.
Amanecemos siempre así
rodeados de letras rojas
palabras como sexo, víbora
y albedrío…
tan difíciles de barrer.

Por favor no sueñes más con la costa
Despertar con olor de peces
La arena que raspa
Y el agua salada
saliendo de las tuberías
me perturban la mañana.

Y si sueñas conmigo a veces
Dímelo... porque cansada estoy
De ver mujeres bellas
saliendo por debajo de tu piel,
desnudas y jadeantes,
Buscándote
y quitándome de en medio.

Mejor sueña ángeles,
No sueñes con gángsters
y misiones imposibles.
La recámara se vuelve peligrosa.
Hay balas y botellazos por doquier.
¡Es una lata!
Tropezar con cadáveres
para ir a lavarme los dientes.
Deshacerse de los cuerpos.

Yo sé que tienes que soñar.
Pero sueña conmigo de nuevo
Para que yo sea ese dulce
que te acabas con la lengua
y amanezca siempre transparente y limpia
como el agua de un lago.
Por esas noches te busco.
Por esas noches sigo aquí.

jueves, mayo 28, 2009

Casita locuaz

Mi casa está amueblada con palabras.

El comedor fue fabricado con Comí mucho directo de los bosques brasileños, y las sillas hacen juego con su Lo nuevo saca lo viejo del mismo material.

El lavabo es de fina Obsesión con la limpieza traída de Europa, y la taza del baño es un Alivio hecho artesanalmente.

La televisión es pantalla de 50 pulgadas de Culpa, que es más o menos el mismo tamaño del frigo bar para las chelas.

En mi estudio hay un librero enorme que encontré en descuento, y cada anaquel es diferente, el de arriba es Tumbaburros el de en medio De adorno con piezas que no pienso leer pero se ven bonitos y el de abajo Si tuviera tiempo que contiene los libros más gruesos.

El escritorio para la computadora es de un resistente Aquí se me va la vida con entrepaños de Mis amigos son 453 desconocidos de Facebook.

La cama la mandé a hacer con el carpintero y usó Dame otros cinco minutos que es el material más resistente. Sin embargo, la cubren sábanas de Caricias y edredón grueso de Placer. El clóset es enorme, necesité instalar No tengo qué ponerme para que cupiera todo.

Las fotografías en la pared tienen marco de Nostalgia y portarretratos de Aquí no me veo tan gorda. El reloj es un Miente 10 minutos digital de buena marca y el espejo, Otra pinche cana de cuerpo entero.

Mi casa está hecha de testigos. Las paredes cubiertas con estuco de Oídos Chismosos y los pisos con mosaico de Gargantas que quieren tragarse todo: los muebles, a nosotros y a las demás palabras.

Esta casa es una parlanchina. A veces aturde y me dan ganas de amordazarla pero ¿cómo viviría en ella?