viernes, noviembre 06, 2009

Instructivo para recibir a la suegra

En cuanto se entere de la inminente visita de la estricta y diabólica inspectora de cuidados al marido, es de vital importancia dejar desdoblado, en medio de la sala, el burro de planchar. Estire encima una prenda de él, para que se vea que está al pendiente de su apariencia. Saque la escoba, póngale un poco de basura al recogedor, y déjelos en un pasillo para que parezca que ha estado barriendo. Ponga el resto de la basura, sobre todo si ya huele mal, lejos de su casa, ya sea en un área comunal, o en un lote baldío a la que otra bolsita más de desechos no le haga mella.

¿Tiene lavadora? Cuando su suegra llegue, cúbrala con la caja donde venía de nueva y, si pregunta al respecto, dígale que usted nunca la usa porque prefiere lavar a mano, la lavadora es de fodongas.

Es importante que la cocina esté limpia, pero también deje a la vista uno que otro instrumento para la elaboración de complicados y tradicionales guisos. Saque la leña y un soplador de palma. Esconda la licuadora y olla express y exponga el molcajete, metate y la olla de barro para los frijoles. Si su suegra es amante de la herbolaria y los remedios medicinales, será de utilidad que tenga algunas plantas sembradas en maceteros estratégicamente colocados. Pueden ser ruda, sábila, manzanilla, tila, ajenjo, albahaca o al menos unos chilitos.

Al escuchar el sonido del timbre, vaya corriendo hacia la puerta ya con maquillaje, peinada, y usando ropa con el estilo recatado de aquellos lejanos años en que la madre de su esposo se sentía plena. Para amenizar la conversación, inicie con el clima y pregúntele alguna receta. Evite hablar de temas delicados como las suegras metiches o los esposos codos. Cuando se acaben los temas superficiales y su suegra comience a hacer inspecciones a su alrededor, ofrézcale café, galletas o cualquier otra cosa que le mantenga la boca retacada y, por ende, silenciosa.

Al despedirse asegure que su cónyuge y usted la visitarán el fin de semana. El día del compromiso llame para cancelar argumentando que se ha levantado muy tarde, como siempre le pasa cuando su pioresnada se pone juguetón y se queda a retozar en cama. Su suegra no querrá imaginárselos en esas actividades lúdicas, así que rápidamente terminará la conversación y usted, muy oronda, disfrutará con seguridad de largos periodos sin auditorías mordaces.

4 comentarios:

Ana Martínez Casas dijo...

¡Ay, Edi! ¡Me encanta cómo escribes :D! Jaja, sólo que como tus textos son tan buenos, no te olvides de comprar los derechos de autor ;). Un beso, te veo el jueves :D.

Clau dijo...

Toda mujer debe imprimir este instructivo a letra tamaño 40 y ponerlo en un lugar donde pueda verlo siempre, para aprendérselo de memoria y siempre salir airosa de las visitas suegriles =)
¡Bravo, nena!

Unknown dijo...

Ja ja ja; muy bueno cuñis, una vez más felicidades por estos textos tan tuyos y sobre todo tan ocurrentes.

Saludos y besos.

Davo Valdés dijo...

Ah!
No me tienes en tu lista de blogs amigos :(
Muy bueno el instructivo para recibir a la suegra.
Ahora sólo falta tener una.
Saludos.