Llegó una postal
de mi patria
el paisaje de tu boca.
Una postal temblorosa
húmeda con los puertos
en tu piel distante.
Era pesada como tu cuerpo y el mío
cuando somos lo mismo.
La probé.
Sabía a mar,
a cuerdas de guitarra,
a pintura de banqueta,
a sombrero de palma,
a ti y a mi,
a mi tierra.
2 comentarios:
...sabía a golpizas,
cocaína, sudor,
el plomizo
beso de la bala
del detentor...
Jajaja. Hermoso poema el tuyo. Afable y romántica inspiración. Me encantó.
Pero ya que hablabas de nuestra bella tierra no pude evitar recordar una que otra cosilla de esas que luego pasan en las noticias.
Escribes bonito... Mamuchis.
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